Debido a que mi querida amiga Mariajo y mi querido amigo
Riki se han casado (por partida doble) me he visto más que distraída para hacer
caso al blog. Demasiados eventos han hecho que tanto mis amigos como yo nos
hayamos metido en una espiral de celebraciones (viaje a Cancún + México D.F.
incluido) que recordaré siempre. ¡Os quiero chicos!
Ah, sí, y además se me han acabado las vacaciones y he
vuelto a trabajar, exiliada esta vez en Lyon, pero eso no es divertido de
contar.
Pero bueno, ¡vuelvo con energías renovadas! Lo malo de que
se acabe el verano (a parte de lo obvio) en materias “libriles” es que la
oferta disminuye mucho… Como ya no tenemos tiempo para estar tirados a la
bartola en la playita...
Pero dejémonos de divagaciones y vamos a lo que vamos.
¿Aun
no has leido Contra el viento del norte? Pues tienes mucha suerte. Muchísima.
"Leo
Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es
educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a
poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una
cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan
profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones
enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?"
Daniel Glattauer nos regala esta pequeña joya de la que nada
negativo se me ocurre. Bueno, quizás el final, pero para erradicarlo esta “Cada
siete olas” su continuación y que realmente pone el punto y final a la
historia.
El libro es una sucesión de emails entre dos personajes, Leo
y Emmi. Esta última, diseñadora de páginas web, un día se equivoca al escribir
un correo electrónico, y por error se lo manda a Leo un psicólogo del lenguaje
algo torpe en las relaciones personales.
Es un libro que se lee rapidísimo, tremendamente ágil, y es
que, pese a su formato donde parece fácil parar (lees un mail y lo aparcas)
necesitas más y más. Servidora lo leyó en dos días ya que no se podía apartar
de él.
Yo a este libro lo definiría como el “84 Charing Cross Road”
(Helen Hanff) del siglo XXI. Con la diferencia de que “Contra el Viento del
Norte” tiene una estética y un humor actual.
Por diversos blogs he leído comentarios acerca de lo
frustrante que resulta la caprichosa e incluso egoísta Emmi, en contraposición
al prácticamente perfecto Leo, pero yo creo que una vez entendida la situación
personal de cada uno se pueden entender determinadas actitudes.
Por ultimo mencionaros que “Cada Siete Olas” (el cual
leeréis seguro tras este si os gusta) no es tan bueno, al fin y al cabo el
factor sorpresa se pierde, pero aun así no decepciona
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